Entrado Agosto nos encontramos en el período vacacional por
excelencia, tiempo marcado por los viajes y el turismo. Gran parte de estos
viajes suponen montar en avión, lo que implica un importante malestar o
inquietud, incluso miedo, para muchas personas. Tal es el malestar que sufren
algunas personas frente a la idea de subirse a un avión que pueden incluso decidir
no hacerlo y renunciar a viajes por no tener que pasar por ello.
Según diferentes estadísticas, en torno al 10-15% de la
población experimenta miedo a volar, independientemente de su cultura,
formación, sexo o edad; se trata de un miedo bastante común. Puede aparecer en
diferente intensidad, desde un malestar que haga del viaje un “mal trago” pero
pueda realizarlo hasta una fobia que impida subir y provoque miedo con solo imaginarlo.
En estos casos, los síntomas más comunes tienen que ver con una intensa ansiedad acompañada de pensamientos
que pueden incluir ideas relacionadas con sufrir un accidente o con perder el
control y/o sufrir un ataque de pánico entre las más comunes. Debido a estos síntomas, algunas personas
optan por realizar lo que se denominan conductas
de evitación para evitar sentir esa
ansiedad y pensamientos. Estas conductas pueden ir desde tomar grandes dosis de tranquilizantes o alcohol hasta,
directamente, no tomar el vuelo y justificarlo posteriormente. No obstante,
estas conductas no resultan en absoluto efectivas. Lo único que hacen es mantener el miedo a volar ya que no
permiten que la persona que lo sufre se vea capaz de afrontar el vuelo sin
tomarse nada o directamente empeora el miedo al no haberse visto capaz de
subir.
Para poder superar el
miedo a volar la clave reside en enfrentarse a este último, sentir la ansiedad que
produce la situación y conseguir que esta vaya disminuyendo por habituación.
En esto consiste una de las técnicas
psicológicas más eficaces para el tratamiento del miedo a volar: en exponer a situaciones relacionadas con el
vuelo y a la propia situación de vuelo, para conseguir habituar la ansiedad y que en el futuro no vuelva a aparecer. No
obstante, por motivos logísticos (no podemos montar en un avión varias veces en
un día, ni saldría rentable, ni muchas personas aceptarían…) puede resultar
complicado. Hasta ahora, para compensar estas dificultades en terapia
psicológica se habían empleado técnicas
de exposición en imaginación, pero las
nuevas tecnologías nos abren nuevas opciones de tratamiento. En concreto la
realidad virtual supone una alternativa altamente eficaz para el tratamiento de
la fobia a volar.
Gracias a la tecnología de realidad virtual, se pueden
realizar exposiciones a diferentes
situaciones relacionadas con el vuelo (como pasar por la puerta de embarque
o ir en taxi hacia el aeropuerto) y al
mismo vuelo, incluyendo diferentes momentos temporales y situaciones que pueden
darse en él (por ejemplo el despegue, el aterrizaje, turbulencias...), dentro de la propia consulta del terapeuta.
Además permite al terapeuta controlar
todo lo que la persona verá a través de la realidad virtual, superando en
gran medida las limitaciones de la exposición mediante imaginación y
permitiendo una exposición personalizada e individualizada. Esta tecnología permite repetir todas las veces que sea necesaria
la exposición cualquiera de las fases o situaciones posibles de vuelo que
generen ansiedad, hasta que consigamos
que esta deje de aparecer. De acuerdo con estudios realizados en los
últimos años, esta tecnología altamente
inmersiva permite realizar el tratamiento de la fobia a volar con resultados
muy similares a los de la exposición en vivo, igual de eficaces, y en un
contexto seguro y completamente personalizado.
En Martinez Bardaji psicología ofrecemos esta opción de
tratamiento mediante realidad virtual para el miedo a volar, así como para
otras fobias y miedos. ¡No dudéis en preguntar!