Cuando hablamos de ludopatía o juego patológico, seguramente se
nos viene a la cabeza una imagen algo estereotipada del jugador patológico, y
nos imaginamos a una persona sentada ante una ruleta de casino o frente a una
máquina tragaperras. Pero hoy en día, debemos ir más allá, ya que las nuevas
tecnologías están haciendo aflorar nuevos tipos de juego patológico, más
difíciles de detectar debido a que se juega en la intimidad del hogar, a través
de internet o del teléfono móvil.
Resulta contradictorio que algo que en principio tiene que ser
lúdico (juego), se convierta en una de las adicciones que sufren entre el 2 y
el 5% de la población. Poco a poco, la persona ludópata, va sintiendo una
necesidad mayor de jugar, dejando de ser una actividad gratificante para pasar
a ser algo obsesivo: cada vez gasta más, invierte más tiempo en esta actividad,
deja de realizar actividades cotidianas para dedicar ese tiempo al juego,…
La persona que tiene problemas con el
juego, pierde el control, no sabe cómo ni cuándo parar; cree que la siguiente
moneda es la que le va a dar el premio. Además, su vida se centra cada vez más
en el juego y en consecuencia, se va aislando de sus amistades, su familia, su
trabajo,.. las relaciones con las personas que rodean a la persona ludópata, se
van deteriorando (dejan de verse, se les pide dinero que no se devuelve, al
principio intentan ayudar pero no siempre reconocen el problema, pierden la
confianza,..). Todo esto, hace que el problema se haga mayor, ya que suele
derivar en problemas económicos, familiares, sociales y emocionales.
Muchas veces, al ser una adicción que no se
hace a través de consumir una sustancia, se cree que el control el mayor, o que
el deterioro personal no es tan acusado; esto no es cierto, no sólo por lo que
hemos comentado anteriormente, sino porque en muchas ocasiones, el juego se
acompaña con otras conductas adictivas como el consumo de alcohol. Otro aspecto
importante, es la accesibilidad: en casi cualquier bar o cafetería podemos
encontrar una máquina tragaperras, que es justamente el tipo de juego más
adictivo por la inmediatez del premio y por los estímulos auditivos y visuales
que lo acompañan.
Personalmente, creo que socialmente no se
le da la importancia que se debería a este tipo de problema y que incluso se
nos anima a jugar (sólo tenemos que ver un rato la tele para darnos cuenta de la
cantidad de anuncios sobre juegos o apuestas online). Y por supuesto que hay
tratamiento (control del impulso del juego, manejo de la ansiedad o problemas
emocionales, solución de posibles conflictos que llevaron a la persona al
juego, prevención de recaídas), pero no olvidemos que el mejor tratamiento es
la prevención.
Si crees que puedes estar sufriendo este
problema, no dudes en consultarnos.
